Relieve: Brasil se divide en dos partes: la inmensa llanura de la Amazonia y la amplia meseta brasileña. En Brasil predominan las bajas altitudes; las tierras que emergen por encima de los 200 metros se corresponden con el 41% del total, mientras que el 37% del territorio se encuentra entre los 200 y los 500 metros y apenas el 0,02% del país sobrepasa los 1.800 metros de altura sobre el nivel del mar.
La cuenca del gran Amazonas se encuentra limitada al norte por las sierras de Tumuc Humac, Parima y Paracaima, siendo el pico más elevado el Roraima, con 2.810 metros. Tiene la llanura amazónica una superficie de cuatro millones y medio de kilómetros cuadrados y su altura no excede de los 200 metros.
La meseta brasileña es una de las masas más antiguas del globo terráqueo. Los ríos la recortan en varios lugares, formando las llamadas chapadas, que son como grandes tablas horizontales separadas por hondas barrancas. Los ríos Tocantins y Paraná, que corren en sentido contrario, la dividen en dos; al oeste de estos ríos, el Mato Grosso desciende suavemente hacia el Amazonas.
Clima:
El clima de Brasil varía según la altitud y la latitud de la zona: Desde la aridez del interior, al clima tropical del Amazonas y de las regiones de la costa oriental. En general, puede decirse que es predominantemente tropical. Es un país húmedo, de climatología cambiante, especialmente al sur. La temporada de lluvias depende de la región: de enero a abril en el norte; de abril a julio en el noreste; y de noviembre a marzo en las regiones de Rio y São Paulo.
Así, el invierno abarca de junio a agosto, con temperaturas medias que oscilan entre los 13 ° C y los 18°C. El verano dura de diciembre a febrero, con una temperatura promedio de 30 °C. La temperatura media anual es de aproximadamente 28º C en el norte y 20º C en el sur.
Biodiversidad:
Flora:
El paisaje natural brasileño viene sufriendo serias devastaciones, disminuyendo su extensión territorial y su biodiversidad.
El Amazonas, desde hace mucho tiempo, sufre incendios, efectivos para practicas agrícolas, a pesar de que su suelo no debe ser adecuado a tales actividades. Con los incendios, las lluvias, que son constantes en la región, terminan dañando intensamente el suelo (antes protegido por los árboles), que consecuentemente, sufre una disminución en sus nutrientes, perdiendo el humus, importante para la fertilidad de la vegetación. Intensa deforestación también es realizada en la región para minería y para la extracción de madera.
También la Mata Atlántica, impropia para la agricultura y para la crianza de ganados, sufre agresiones, principalmente en la caza y pesca depredadora, así como con la polución industrial.
Los animales presentes de mayor tamaño son el puma, el jaguar, el ocelote y el zorro. El pecarí, el tapir, el oso hormiguero gigante, el perezoso, el oposum y el armadillo son abundantes. Los ciervos son numerosos en el sur y los monos de distintas especies abundan en la selva. Muchas variedades de pájaros son autóctonas del país. Entre los reptiles se incluyen varias especies de caimanes y de serpientes, en especial el surucucú, la cascabel y la boa. Los peces y tortugas abundan en las aguas de los ríos, lagos y costas de Brasil. En 2004 se contabilizaron 697 especies.